Uno de los proyectos más especiales y espectaculares de este dos mil veinte es indudablemente la construcción del Gundam a tamaño real en la urbe de Yokohama. El proyecto, nace como homenaje a Mobile Suit Gundam, busca que su Gundam de dieciocho metros de altura no sea estático, pues lo que se pretende es que el robot sea capaz de moverse por sí solo, una labor enorme teniendo presente no solo su altura, asimismo que pesa veinticinco toneladas.
El proyecto, con base científica, se lanzó en dos mil catorce a través del Gundam Global Challenge con el que reunir a figuras de la ingeniería, tecnología y el diseño con la pretensión de diseña un Gundam móvil más que sostuviera la esencia de las estatuas basadas en los animes que llevan un tiempo popularizándose en en el país nipón.
El Gundam de Yokohama tiene un apoyo inferior en forma de pedestal conectado a su zona lumbar, listo para ser a prueba de desastres naturales como terremotos y tifones (teóricamente), y como es lógico no tiene espacio para absolutamente nadie en su interior, pues su semi autonomía consiste en ser controlado por medio de un control a distancia.